El origen de estas páginas es, sin duda, el nombre que compartieron dos mujeres. Se llamó Natalia Goncharova la legendaria esposa de Pushkin y también, con un siglo de diferencia, la pintora vanguardista rusa que vivió entre 1881 y 1962. Natalia Goncharova es un texto marcado por la fascinación que Tsvietáieva sentía por el mito: el mito de la creación, el mito del héroe, el mito de la belleza fatal y, finalmente, el mito trágico del poeta Alexandr Pushkin. Si bien es una reflexión sobre la infancia de la pintora (que Tsvietáieva relaciona con su propia niñez a través de coincidencias y correspondencias), en él se emprende un viaje más lejano, hasta la cuna, la "prehistoria" de Goncharova. Y más lejano aún, porque en esta obra aparecida en 1929, cuya prosa tiene mucho de poesía, la autora se pierde entre las ramas del árbol genealógico de Natalia Goncharova y asombra con recuerdos, cadencias y colores.