Como es sabido, Thomas Bernhard, uno de los escritores más importantes y polémicos en lengua alemana, rehuía con espanto, al igual que Canetti o Kundera, la vida pública. Sin embargo, en los años ochenta aceptó rodar tres cortometrajes para la televisión austriaca, en realidad tres largas conversaciones filmadas con Krista Fleischmann, una prestigiosa periodista, elegida por él mismo, a quien más tarde autorizó a publicarlas en forma de libro. Se trata, pues, de un excepcional testimonio personal de su vida y de su obra, realizado en tres etapas entre 1981 y 1986 y en tres lugares distintos : Mallorca, Viena y Madrid. Como si de pronto, abriendo un paréntesis en su tradicional mutismo, diera rienda suelta a sus pensamientos, Bernhard nos revela por igual, en tono socarrón, al filósofo bufo que define su creación literaria como Lachprogramm, o «programa cómico», como, con un humor más taciturno, al observador y narrador pesimista que se refleja en sus libros. A Bernhard, que desde su juventud padeció problemas pulmonares y de corazón, le gustaban los inviernos del sur. Así, en el ambiente relajado de Mallorca, habla un poco de todo —de escritura, política, soledad, sexualidad, o de su alejamiento del público austriaco— y, en Viena y Madrid, expone con aparente entusiasmo sus puntos de vista filosóficos y su obsesión con la Historia, o se muestra más reservado, más lapidario y radical en sus reflexiones más íntimas.