En 1593, el italiano Cesare Ripa publicó Iconología o descripción de las imágenes universales extraídas de la Antigüedad y de otros lugares, un catálogo de figuras alegóricas y metáforas ilustradas pensado para ayudar a los artistas a representar conceptos abstractos y para servir de guía popular frente a un lenguaje visual cada vez más complejo. La influencia de aquel proyecto fue enorme, llegando hasta nuestros días, no sólo porque sin él no podríamos comprender el significado de tantas figuras presentes en los museos, sino porque bosquejó las dos herramientas principales de lo que vendría más tarde a llamarse la historia del arte y, hoy, las ciencias de la imagen: por un lado, la iconografía, la técnica que analiza los motivos de las imágenes, buscando patrones entre ellas; por el otro, la iconología, que se ocupa de las condiciones por las cuales las imágenes se conforman históricamente. Pues bien, si Ripa concibió un modelo para ilustrar conceptos como ?fraude?, ?libertad?, ?pobreza?, ?imaginación? o ?vanidad?, ¿podríamos ahora usar aquel modelo para representar conceptos como ?poliamor?, ?botellón?, ?feminismo?, ?spoiler? o ?postureo?? Queremos rendir así un homenaje post-millennial a Ripa, actualizando la iconografía clásica en manos de una generación hipervisual con el ánimo de comprender tanto las imágenes de nuestro tiempo presente como el tiempo de nuestras imágenes, siempre tejido hacia delante y hacia atrás.