Que no haga falta reivindicar el Tirant lo Blanch
como una de las grandes obras de la literatura
universal es hoy debido, como afirma Martín
de Riquer en el «propósito» a este volumen, a
Miguel de Cervantes, Dámaso Alonso y Mario
Vargas Llosa. El primero lo calificó de «el mejor
libro del mundo»; el segundo de «novela
moderna» o «la mejor novela que se escribió
durante el siglo xv en Europa» y, además, «totalmente
actual»; y Vargas Llosa afirmó por su
parte que Martorell fue «el primero de aquella
estirpe de suplantadores de Dios?Fielding, Balzac,
Dickens, Flaubert, Tolstói, Joyce, Faulkner?
que pretenden crear en sus novelas una ?realidad
total?», añadiendo además que «como todo
gran creador, Joanot Martorell edificó su novela
a imagen y semejanza de la realidad de su
época. Pero si fuera sólo esto, sería apenas un
invalorable documento, no una gran novela».
En efecto, Martorell tuvo la enorme osadía y
originalidad de hacer la peripecia de su novela
contemporánea a su redacción. Martín de
Riquer, que fue uno de sus mayores conocedores,
nos brinda en este ensayo todo
aquello que la gran novela valenciana tiene
de histórico y de ficticio, en un diálogo
fascinante entre lo real y lo literario que solamente
alguien como él podía ofrecernos.