«Desde muy pequeño me fascinaban las letras, la tinta, el papel. El papel en blanco y la posibilidad de llenarlo de letras. Nunca he pretendido ser escritor, estas memorias no quieren ser las memorias de un escritor. Lo que quiero es escribir, y del mismo modo que empecé a aprender solfeo, después de traducir, escribir reseñas, artículos, ensayos, cuentos, novelas y poemas, he decidido escribir estas memorias». Y éste es el libro que el lector tiene en sus ma- nos, un nuevo capítulo del universo artístico de Masoliver, que regresa una vez más a la me- moria, no sólo como tema sino como género literario, y nos ofrece un texto arriesgado, sereno e intenso en su belleza y en su obsesión. Un arduo ejercicio narrativo que intenta comprender, con su habitual sentido poético y su humor, la condición humana más cruda: nuestra finitud.