Soñar despierto es un libro redondo. La autora le escribe una larga carta a Miguel de Cervantes, una carta en la que analiza, con una mirada sagaz y absolutamente enamorada, el personaje de don Quijote. En ese análisis empieza por recriminarle a Cervantes, con inteligentes argumentos, los elementos de su novela con los que está en profundo desacuerdo. Es fascinante; la autora ofrece una radiografía inolvidable del famoso hidalgo, con un conocimiento exhaustivo y entusiasta de la obra, y también de otros de los personajes fundamentales. Se encara a Cervantes, sí, pero con razonamientos tan literarios como divertidos. Y después de esa enumeración, por supuesto, da las gracias al autor, y también entonces argumenta y recuerda al lector por qué esa obra es crucial para la historia de la literatura, por qué hay que leerla una y otra vez, como se recurre a las fuentes originales.
Una novela singular, original, escrita con humor y pasión, características de la prosa de Lydie Salvayre. Un texto que no solo habla del amor al Quijote, sino también a todos los Alonso Quijano de la literatura; esos personajes, esas novelas, que nos enseñan a vivir, a soñar y a leer de otra manera.