El azar de una calurosa jornada reúne a Bouvard y a Pécuchet : solitarios, ya no tan jóvenes, modestos empleados de oficina, son -no tardan en descubrirlo- dos almas gemelas perplejas en el caos de la vida moderna. Una herencia y un vago deseo de retiro filosófico y del cultivo de la sabiduría harán que se abismen en la agricultura, la química, la geología, la medicina, la pedagogía, la historia, la literatura, la alquimia… Pero su recompensa, lejos de lo que esperaban, les llenará de escepticismo, y el desánimo no tardará en aparecer. Esta auténtica farsa filosófica, publicada postumamente en 1881, ha sido considerada por muchos como la culminación literaria de ese implacable observador de la naturaleza humana y las infinitas manifestaciones de la estupidez que fue Gustave Flaubert.